¡Hola! Soy César de El Gavilán y quiero contarte por qué este lugar, el Valle del Lunarejo, es tan especial para nosotros y para todos los que nos visitan. Aquí, la naturaleza no es algo que se mira desde lejos; se vive y se siente en cada rincón.

El terreno se quiebra para mostrarte un espectáculo de cerros y quebradas profundas. Es un paisaje geológicamente único, formado por la erosión de millones de años. Por eso, al caminar por los senderos, te sentís en un mundo aparte, rodeado de una vegetación densa y de una tranquilidad que no encontrás en la ciudad.

Y es que el Lunarejo es un punto de encuentro para la flora y fauna subtropical. No es raro que, mientras paseás, te cruces con un coatí o escuches el canto de aves que solo habitan en esta región. Es un verdadero corredor de vida que conecta los campos con la selva, y nosotros, en El Gavilán, somos parte de esa historia.

El Lunarejo es un área protegida de gran valor, al recorrer sus senderos, es vital recordar que estamos en un entorno natural donde conviven diversas especies; se recomienda tomar precauciones contra víboras como la crucera y la yarará, respetando siempre que ellas son las dueñas de casa.